2011/07/24

Propuesta decente

Te propongo que no mates mi recuerdo
porque no acabaré el tuyo,
que sigamos a distancia prudente
(que para el corazón no importa,
él cuida igual a la vuelta de la esquina
o al cosmonauta que explora),
informados del cambio de las horas
aunque ya no anhelando aquella solo nuestra.

Andemos cerca, ya que no juntos,
para darle gracia a este mundo de mierda
y no aderezarle más despecho,
dolor,
angustia,
sombra,
rencor,
aprovechar, en lo que cabe,
los ajustes logrados hasta aquí
como tributo a la civilización
que te ha parido.

Lejos cuando venga el nuevo
y las silenciosas noches ajenas,
e inmediatos para el regocijo o el apoyo,
para la palabra y el consejo.

Una mano y una mirada
amigos
en el universo nuestro,
rescatando, sosteniendo
la magia nuestra.