2010/03/13

Teo-market: problema elemental

El buen hombre de Nazareth, llamémosle Jesús para seguir el sentir general, tenía un gran concepto de producto.

Esta nueva nueva, como se le llamó, capturaba las necesidades de un volumen notable de población humana. Y con elegancia su producto las resolvía.

Sin embargo, su red de distribución contaminó las promesas básicas del producto y lo forzó a un empaque voluminoso, monumental.

He allí el problema elemental.